Llevamos ya mucho tiempo con subidas fuertes en bolsas americanas, sin embargo desde los máximos alcanzados a mediados de septiembre, donde el índice global S&P500 incluso superó los míticos 2.000 puntos, estamos viendo unos recortes, que aunque todavía no se han alcanzado soportes relevantes, sí que pueden despertar algunas dudas, así hay que valorar los factores que nos pueden dar pistas:
- A nivel macroeconómico estamos viendo como la economía americana se está recuperando fuertemente, con niveles de paro muy cercanos al “pleno empleo”, sin embargo, se da la contradicción que algunos datos positivos afectan negativamente al mercado debido a la posibilidad de reducción de estímulos por parte de la Reserva Federal que tanto gustan estos últimos años.
- Si miramos resultados empresariales, la última oleada ha sido muy positivas y habrá que valorar las que están por llegar; desde luego no se puede obviar que al comprar acciones (o fondos de renta variable) estamos invirtiendo en empresas.
- El nivel de confianza del inversor minorista, que nos avanza cuando hay euforia en los mercados, por lo tanto predice un comienzo de tendencia bajista está cercano a su media; si bien es cierto que a finales de agosto subió mucho (todavía lejano a otras ocasiones que anticipaban crashes) lo que nos puede dar una idea.
- Los soportes técnicos que pueden considerarse como claves, todavía están algo alejados: en el S&P es 1.850, y en el tecnológico Nasdaq 3.700; así que aún hay margen.
- Por último, el inversor que tiene valores americanos debe tener muy presente la evolución del dólar respecto al euro, que tras mucho tiempo perjudicando, desde antes del verano está dando grandes alegrías, que puede seguir dando durante un tiempo.
Como conclusión, tener un porcentaje de cartera en activos americanos todavía puede ser aconsejable, sin embargo requiere cierto seguimiento para, si se confirma un cambio de tendencia, deshacer posiciones.
Eur/Usd
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