La semana pasada el Banco de España publicó un informe en el que se constata que en 2013 el nivel de riqueza de las familias españolas se situó en sus máximos históricos, nivel muy cercano al que había en 2006, último año antes de la explosión de la burbuja inmobiliaria y del comienzo de la crisis que estamos viviendo.
Evidentemente pocos lectores (o ninguno) se creerá este titular, que sin embargo es cierto, aunque como es lógico hay que analizarlo:
En primer lugar, debemos saber qué entiende el Banco de España como riqueza familiar: “la diferencia entre los y los préstamos vivos”. A cierre del año pasado la cifra era algo superior al billón de euros (1.891.118 millones de ahorros contra 846.881 millones de préstamos).
Estamos hablando de pura estadística, así que no tiene porqué haber aumentado la riqueza de todas las familias, más bien, ha sido todo lo contrario: En épocas de crisis la brecha entre clases altas y bajas se amplía sustancialmente, lo que se comprueba con los dos factores que destacan en el informe: la fuerte bajada de préstamos y el incremento de ahorros invertidos en bolsa.
En lo que respecta a los préstamos este descenso se debe a la limitación del crédito de las entidades bancarias y a las amortizaciones provocadas por embargos; algo que no creo que nadie pueda considerarlo un indicador de riqueza.
Sobre la inversión en bolsa destacar las subidas de los mercados desde mediados de 2012, una parte significativa de este incremento de patrimonio familiar se debe a estas revalorizaciones y son solo por aportaciones (solo en 2013 el Ibex español subió un 21%). Al solo invertir en bolsa quién se lo puede permitir (o así debería ser), desgraciadamente muchas personas se han quedado fuera de este aumento de riqueza, ya sea por no tener ahorros o bien por el pánico generado en esta crisis, que afecta más a las clases medias-bajas con menos cultura financiera; de hecho, han seguido creciendo los depósitos bancarios a pesar de la baja remuneración y las ventajas fiscales de otros productos; si España estuviera en la media de países de nuestro entorno la riqueza media hubiera crecido más.
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