En números anteriores en los que analizábamos las bolsas, al hablar del Ibex decíamos que la rotura de máximos anuales era importante, pero que el primer objetivo real debían ser los 11.000 puntos debido a que se unen varios factores técnicos que lo convierten en una fuerte resistencia:
La semana pasada, desde luego, animados por las medidas tomadas por el Banco Central Europeo el Ibex rompió este nivel (al primer intento), llegando incluso a cerrar la semana y abrir ésta (señal de consolidación) por encima.
Este movimiento, tiene implicaciones relevantes en una estrategia de inversión a largo plazo: a pesar de casi duplicar desde mínimos de 2012, por valoraciones la bolsa española sigue barata, por lo tanto una rotura de resistencia es una nueva señal que puede provocar fuertes compras; el siguiente objetivo debería ser el de los 12.200-12.300 puntos, lo que nos dejaría un beneficio de algo más del 10%; una vez lo consiga romper ya analizaremos la operativa a seguir, pero podemos adelantar que todavía estará a un 30% de máximos históricos.
A pesar de que las expectativas son muy buenas, en caso de que pierda los 11.000 puntos, de forma consistente (cierre y apertura semanal o varios días consecutivos) se debería deshacer la inversión. Como hemos visto, el objetivo buscado en el Ibex es de un 10%, por lo tanto la pérdida que se puede asumir debe ser inferior a éste.
Los vehículos de inversión para beneficiarnos de este potencial, pueden ser los fondos de inversión convencionales (que además de tener ventajas fiscales pueden incluso ofrecer una rentabilidad extra), los fondos cotizados ó ETFs, que replicarán el Ibex.
O bien una cartera de acciones representativas; si éste es el caso, hay que valorar si éstas se encuentran en una situación técnica similar: vemos que Telefónica sí ha conseguido romper los 12,37; sin embargo Santander, BBVA y Repsol no han podido superar todavía los 8; 10 y 20 euros respectivamente.
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