Artículo publicado en “El Económico”:
Una de las reclamaciones de la población que se están haciendo oír en los últimos días es que España no pague su deuda, pero hay que saber qué consecuencias tendría esta decisión:
En primer lugar, este impago se debe concertar con las entidades/administraciones a las que se le debe dinero, una especie de “Concurso de Acreedores”, ya que hacerlo de otra forma puede traer sanciones internacionales (no olvidemos que España recibe subvenciones de la Unión Europea, por no hablar de la inexistencia de recursos naturales como gas, petróleo…). Pues bien, para que acepten unas quitas determinadas nos exigirían medidas de austeridad incluso más exageradas y menos justas para la población que las actuales, como vemos en el caso de Grecia.
Una vez conseguido, y admitido, nos encontraríamos con otro problema: uno de los principales tenedores de deuda pública española son los bancos nacionales los cuales sufrirían pérdidas importantes; la secuela para la población la conocemos todos: posibles rescates adicionales (precisamente con dinero público), falta de crédito para familias y pymes, subidas de comisiones para pequeños clientes, pérdidas de ahorradores que invierten en productos conservadores….
Vista la problemática económica que sufriríamos, es posible que el Estado no genere ingresos suficientes (será difícil recaudar impuestos), por lo tanto para poderse hacer cargo de los servicios públicos básicos deberá solicitar dinero externo, es decir emitir deuda; pero ¿quién va a dejar dinero a alguien que no tiene por costumbre devolverlo?, y si se lo consigue será con unos intereses elevados y unas condiciones que exijan más, si cabe, austeridad hacia la población.
La última consecuencia, y probablemente la peor es el efecto que tendría hacia las pensiones públicas: más de un 97% de la cartera del Fondo de Reserva de las Pensiones está invertido en deuda pública española, por lo tanto ante un impago es más que probable que el sistema público de pensiones desaparezca.
Muchas peticiones que se pueden hacer a los Gobiernos son totalmente razonables, necesarias y justas, pero ésta supondría un desenlace catastrófico.
(5) Comments
Comments are closed.