Artículo publicado día 19 en “El Económico”:
La semana pasado se analizó la situación de la bolsa española, sin embargo, ya se ha comentado en otras ocasiones que el éxito a largo plazo de una cartera de inversión es la diversificación real de activos.
Uno de los primeros mercados al que se recurre es el de la bolsa americana, la cual ha aguantado mucho mejor los recortes de estos últimos dos meses, aunque también es cierto que durante 2015 había subido menos que las europeas.
La pregunta que se pueden y deben hacer muchos inversores es si este mercado podrá seguir subiendo tras las impresionantes revalorizaciones de años atrás: Del 2009 hasta ahora el S&P se ha anotado un 200% y el tecnológico Nasdaq un 340%; mientras que el IBEX se ha quedado en un 60% y el EuroStoxx en un 90%.
Tras estas alzas, y analizando las valoraciones de las compañías que componen la bolsa americana los precios actuales son algo más caros que los de las del viejo continente, aunque tampoco parece apropiado afirmar que están caras.
La situación técnica a largo plazo parece que está muy estabilizada con soportes relevantes algo alejado de los actuales precios colocados en los 4.100 para el Nasdaq y los 2.000 para el S&P.
También es cierto, que en el corto plazo se está formando una figura algo peligrosa denominada “cuña ascendente” que, en caso de bajar algo más podría acercar los índices a los precios comentados anteriormente.
Llama mucho la atención que la confianza del inversor minorista está en niveles mínimos de los últimos tiempos, algo que con los índices casi en máximos es una gran noticia ya que sería fácil ver euforia que provocaría un cambio de tendencia (si todos el son alcistas es porque ya han comprado, por lo tanto solo queda vender).
Por último, no hay que olvidar el dólar, punto que no es tan atractivo como meses atrás, aunque todavía puede quedar recorrido; y en caso de no ser así el inversor tiene la oportunidad de protegerse de la evolución de la divisa y no asumir este riesgo.