Averigua los trucos y consejos para ahorrar en la economía doméstica

Ahorro doméstico

Ahorro doméstico

Ahorrar dinero en el día a día es una tarea relativamente sencilla si se tienen en cuenta una serie de trucos o consejos. Los gatos en electricidad, gas, Internet, móvil, alquileres o hipotecas son algunos de los más comunes. Con el fin de contribuir en la economía doméstica, podemos seguir la siguiente información, realizando unas pautas altamente rentables.

¿Qué es la economía doméstica? 

Podemos definir la economía doméstica como una rama económica que se encarga del estudio y organización de los gastos, ingresos, beneficios, inversiones o comercialización dentro de un domicilio. 

Dicho de otra manera, la economía doméstica consiste en el ahorro de dinero en el desarrollo diario de las tareas cotidianas del hogar. Para lograr contribuir a esas políticas de ahorro, será necesario que los usuarios lleven a cabo un consumo responsable en los principales gastos de las viviendas, así como un mayor control del dinero que entra y que sale en el domicilio.

De esta manera, la economía doméstica engloba todos los gastos que tienen lugar dentro de la actividad familiar y que pueden ser gestionados a nivel de usuario, o bien, a través de la contratación de servicios profesionales expertos en finanzas. Estos ayudan a gestionar mejor los recursos a través de diferentes técnicas como el desarrollo de plantillas o asesoramiento personalizado.

¿Cuáles son los gastos más comunes del hogar?

Evidentemente, los gastos pueden variar considerablemente entre una familia y otra, ya sea en términos de cantidad o de procedencia. Sin embargo, a la hora de establecer un listado de gastos generales, podemos encontrar los más comunes independientemente de los ingresos de cada unidad familiar. Son los siguientes:

  • Gastos en servicios: Dentro de esta categoría encontramos las facturas de luz y gas, el consumo de agua, y el dinero que pagamos por servicios de telefonía e Internet.
  • Gastos en educación: Las matrículas en colegios, institutos, universidades o academias suponen un gasto importante, pero necesario en la mayoría de las familias
  • Gastos bancarios: Aquí podemos encontrar el gasto de alquiler o de hipoteca. Evidentemente es el más común y el más importante de todos, además del más caro de todos ellos.
  • Alimentación: Los gastos en comida y bebida.
  • Pólizas de seguros: Las más comunes son las de hogar y auto. Básciamente, porque son obligatorias.
  • Gasolina: El coste de mantenimiento de los vehículos si los hubiere suele ser uno de los más comunes entre las familias y parejas españolas.
  • Tareas de entretenimiento: En esta categoría encontramos aquellas actividades, normalmente de los hijos. Por ejemplo, el equipo de fútbol, clases de tenis, natación o las cuotas de gimnasio de los más mayores. También incluiríamos en este apartado el dinero que empleamos en tiempo libre, como ir al cine, cenar o, los viajes y vacaciones.

Consejos para ahorrar dinero en la economía doméstica

 Independientemente del porcentaje de ingresos de cada unidad familiar, se prevé imprescindible ejercer un control sobre los gastos e ingresos de cada vivienda, así como una serie de prácticas y políticas de ahorro en la contratación o compra de servicios y productos. A continuación se citan las principales medidas o conejos que permiten lograr un mayor ahorra en la economía doméstica.

  • Tener en cuenta los descuentos y ofertas de compañías a la hora de contratar servicios o productos determinados. Esta circunstancia es especialmente visible en la contratación de servicios energéticos como luz y gas. Además de las tarifas de móvil e Internet, donde conviene comparar y consultar precios de las distintas compañías, pagando sólo por aquellas opciones que más se ajustan a unos usos y necesidades concretas, ahorrando dinero de forma considerable.
  • Elaborar plantillas de gastos e ingresos en el hogar. Esto permitirá saber en qué momentos es prescindible o no comprar cosas por capricho, es decir, un mayor aprovechamiento del dinero familiar
  • Prestar atención a promociones y descuentos en el momento de compra de otros productos o servicios
  • Llevar a cabo políticas de consumo de energía responsables. Esto, además de ahorrar dinero, permitirá también el fomentar un uso sostenible de los recursos para con el medio ambiente. El llevar a cabo un consumo responsable implica el apagar los electrodomésticos en el momento de no utilización, utilización del modo ahorro, usar bombillas de bajo consumo, decantarse por energías más limpias como el gas natural o aislar correctamente el domicilio al usar calefacción o aire acondicionado.