No tengo tiempo, para eso están los bancos, para eso pago, no es tan difícil…
Son expresiones típicas de muchas personas durante su vida ante la pregunta ¿Por qué formarse en finanzas?. Las finanzas de las empresas y las familiares no son tenidas muy en cuenta y nos pasamos mucho tiempo “formándonos” ante otras decisiones de consumo o inversión:
- ¿Cuánto tiempo pasas comparando teléfonos móviles?
- ¿Cuánto tiempo pasas comparando coches?
- O incluso una decisión tan importante como una compra de una vivienda…. ¿cuánto pasas buscándolo y regateando y cuánto pasas buscando la mejor hipoteca?
La crisis financiera ya puso las cartas sobre la mesa
Deshaucios, hipotecas multidivisa, preferentes, subordinadas, convertibles, acciones de empresas quebradas… realmente siempre ha sido así, pero si después de este punto de inflexión sigues sin creer que una formación básica es necesaria estás perdido y no hay remedio.
- Hay que ser un experto en finanzas? No.
- Quedarás exento de contratar asesoramiento? No
- Entonces por qué voy a “gastar” (realmente es invertir) dinero en formarme en finanzas? Lee un poco más
Las claves
La clave es entender lo que te ofrecen, si una persona cree que después de 15 años de hipoteca deberá lo mismo tras pagar religiosamente cada mes haría una Hipoteca Multidivisa…o si sabes que las participaciones preferentes son perpetuas y que tienen riesgo las contratarías? No necesitarás saber qué perspectiva tiene el Yen o analizar la salud financiera del banco que te ofrece “su” producto, pero sí verás si hay trampa y si el asesor al que recurras mira por sus intereses o por los tuyos.
No hace falta ver casos tan dramáticos, hay otros menos mediáticos: inversiones que no dan rentabilidad mientras los mercados suben como la espuma, deudas muy pesadas que amargan la vida, patrimonio inmobiliario poco productivo… todo esto se puede evitar con:
Formación, información y asesoramiento… la primera está clara y para las dos siguientes necesitas también la primera